La rehabilitación de la Fortaleza de los Villacampa, recogida en el Inventario de Fortificaciones Aragonesas con registro AG-65, y levantada en 1616 es uno de los proyectos que más impresión me produjo.
Primero por el estado de abandono, casi de de inminente ruina, y segundo por la voluntad de los vecinos de Artosilla, precioso pueblo del prepirineo en el que se ubica este bien por recuperarlo y devolverlo a un estado óptimo de funcionamiento.
El proyecto recupera el volumen original del edificio, y, puesto que su espacio interior era diáfano, se respeta esa idea de diafanidad en el proyecto reformado.
Para el uso del espacio interior, se da respuesta a algunas de las necesidades del municipio, generando dos plantas, una baja, que servirá como espacio para reuniones y asambleas y una planta alta que servirá como ludoteca-biblioteca.
La planta baja, servirá también para poder hacer cursos, actividades como yoga... por lo que la Fortaleza cumplirá ahora un efecto dinamizador dentro del municipio.
La fortaleza, construida en una mezcla de piedras calizas y areniscas cuenta con muchos detalles y elementos de gran valor, entre los que destacar la presencia de un pozo que sirvió originalmente a todo el municipio, y que en los primeros años de la re-construcción de Artosilla se siguió utilizando.
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