Los integrantes de la familia me han ayudado en muchos momentos de la vida, aunque el destino nos ha sorprendido a todos cuando nos reveló que la antigua profesión de la familia (adoberos desde comienzos de 1900) tendría que ver bastante con mi futuro profesional.
Hoy, tres miembros de la familia recuerdan con mucha dureza sus años de trabajo dedicados a realizar adobes.
Mi tío abuelo, Jesús Juan Lacambra, ha intentado desanimarme mil veces, para no seguir por este camino duro.
Antonia Juan Lacambra (su hermana), acabó tan cansada de hacer adobes que ha preferido no aparecer en el vídeo para no recordarlo.
Charo Juan Lacambra, recuerda con dureza la época en la que trabajó haciendo adobes, pero también con cierta nostalgia conserva el adobero (molde) y no deja que nadie se lo tire.
En cualquier caso, les he animado a hacer este vídeo, sin medios, sólo con una vieja cámara de fotos barata y un montaje de vídeo muy rudimentario, pero con el que creo que cumplimos el objetivo principal, que es el compartir sus experiencias y saber hacer, que nos permita no perder el conocimiento que generación tras generación fue depurándose, hasta que la profesión de adobero se abandonó.
Espero que resulte útil, pues la intención es tan sólo la de difundir su conocimiento, con el que se levantaron edificios, pueblos y ciudades hace tan sólo 50 años, aunque parece que lo hemos olvidado.
Un rico saber que debemos ayudar a preservar como parte de los que es, nuestro Patrimonio.
Un rico saber que debemos ayudar a preservar como parte de los que es, nuestro Patrimonio.
